Las conversaciones sobre estrategia responden a distintas circunstancias.
Las discrupción solía ser un tema tecnológico, pero hoy acecha todas las industrias y sus modelos de negocio desde retail con discounters hasta modelos basados en farmacéutica con nuevos sistemas de información.
La disrupción vendrá, ya sea por usted o por otro jugador en su industria. Es desde la estrategia que se debe resolver cómo enfrentarla.
Explotar asimetrías de mercados, activos ocultos, segmentos específicos, destrezas particulares, adyacencias en los negocios existentes, siempre son una variable que se controla y que se pueden capitalizar.
Nada es más peligroso para una compañía que el falso consenso que detiene la evolución por décadas. Enfrentar el disenso activa conversaciones con preguntas difíciles sobre dónde y cómo crecer y qué implica.
Compañías embebidas en el dominio de su dominio que no terminan de entender el mundo que tienen por explorar por fuera de sus mercados naturales. Posicionamiento más estrechos, posibilidades en mercados más amplios y sofisticados.
Compañias que llevan mucho tiempo sin entender su función de utilidad, secuestrando la utilidad por variables tóxicas como el volumen o el crecimiento en ventas, volviéndose cada vez más grandes, frágiles y complejas.
La configuración por negocios y el profundo entendimiento de la creación de valor las revitaliza.
Inversiones en tecnologías, modas, tendencias sin conexión a una circunstancia real en el mercado resultando en un desempeño tímido o inexistente.
Busca tecnología para resolver jobs valiosos a partir del entendimiento del valor.
Compañías que entienden su negocio de una manera convergente, desde las definiciones de las categorías donde participan, las regulaciones de la industria o las definiciones tradicionales.
Desafiar la configuración actual, entendiendo los diferentes negocios y los distintos para qués aprovechando las asimetrías de información, segmentos de clientes y desarrollo de mercados.